El metal es un elemento muy importante en estas máquinas expendedoras de alimentos.
Son conocidas por su funcionalidad de uso y rapidez para satisfacer necesidades y que, a lo largo de los años, han mejorado gracias a los avances tecnológicos.
Se construyen a partir de acero galvanizado, resina de policarbonato u otros tipos de plásticos, capas de polvo de acrílico de colores y un aislamiento de poliuretano.
El acero forma la gran parte de la máquina.
Este metal, suele aparecer en dos formas, tanto grueso como fino. El grueso compone la estructura externa y el fino, las puertas y mecanismos internos.
El objetivo de los componentes externos es el de mantener la estructura de la máquina intacta en cualquier condición climática.
Podría decirse que esta estructura metálica es el sustento de la máquina.
Por otro lado, el soporte del producto son los componentes internos. Éstos, deben facilitar la limpieza, mantenimiento y reposición.
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