La necesidad de cruzar ríos u otros obstáculos geográficos llevó al ser humano a idear lo que conocemos como puente.
Esta estructura ha pasado por diferentes cambios en la historia, desde su tamaño hasta el material utilizado.
Puentes colgantes, de piedra… pero hoy queremos hablaros de los puentes fabricados con metal.
Este material fue muy importante para fabricar estas estructuras desde finales del siglo XIX y a día de hoy podemos encontrar una serie de puentes metálicos con gran reconocimiento.
Tower Bridge, en Inglaterra, fue construido entre 1886 y 1894, cruza el Támesis y se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad de Londres.
También el puente de Brooklyn, en Nueva York. Se construyó entre 1870 y 1883 y fue el puente colgante más grande del mundo hasta 1889.
El puente Golden Gate, en San Francisco, es el más famoso de la ciudad. Es reconocido como puente colgante y mide 1280 metros con una estructura hecha de acero.
El puente de Forth, conocido como el gran puente de acero, conecta la ciudad de Edimburgo con Fife.
También, la ciudad de Oporto, destaca por sus impresionantes puentes de metal. El puente Luis I es uno de los más emblemáticos de la ciudad.